Swingers, un ambiente al desnudo: Es tarde-noche de margaritas.

Seri­a tarde-noche sobre margaritas. Tio Carlos nos recibe con un par, mientras Hellen nos da las llaves sobre la habitacion. Entramos asi­ como la inquietud se convierte en carcajadas cuando vemos que disponemos de la cama Con El Fin De los dos. Con Adrian cualquier bien pero ?dormir con el novio luego sobre ocurrir una noche-madrugada viendo muchedumbre teniendo sexo grupal desprovisto inhibiciones?

Nunca habia nada que decir sin embargo ese asunto fue una atadura yubo ordenador emocional y humoristica adicional a lo que vendria despues.

Las reglas en HD son similares a las del resto de establecimientos swinger –eso si, sobre cierto nivel para arriba– que Existen en el universo.

Esencialmente, se alcahueteria sobre un hotel nudista predispuesto de el voyeurismo (analisis de otros entretanto deben sexo) y el Modalidad swinger (canje de parejas). Nunca se permiten, eso si, visitantes solos. Al completo lo que se de dentro de los participantes debe ser consensuado y un nunca es un NO.

Sobra afirmar que no existe lugar Con El Fin De la prostitucion ni para drogas de el menor arquetipo. Expenden cualquier clase sobre licores y ofrecen trabajo de restaurante casi las 24 horas. Segun este la movida nocturna, que los fines de semana puede ser extremadamente intensa.

Hasta hoy por hoy, el lugar no habia permitido el paso total a la prensa pues Victor Hugo tenia algun desconfianza sobre el tratamiento de el asunto que cada vez es menor tabu sin embargo, hay que decirlo, sigue siendolo.

Sin embargo, finalmente acepto abrir las puertas de par en par debido a que el modo de pensar swinger siempre produce intriga e importancia, y decidio que la Revista Dominical podia presentar una vision integral asi­ como seria sobre un estilo de vida que, a estas alturas del siglo XXI, cada oportunidad da la impresion tener mas adeptos.

Una diferente de las reglas Con El Fin De transitar por las areas sobre piscinas y los spa (que son las areas de gran actividad sexual, aunque en la discoteca ademas se podran dar encuentros) seri­a correr, a lo sumo, con un pano en la talle ( los hombres) o en el torso (las hembras).

Ver gente vestida en HD evoca el asombro de aquella famosa frase en la cinta El sexto significado (“veo gente muerta”). En otras palabras, la desnudez seri­a parte intrinseca del paisaje asi­ como de la dinamica.

Al final sobre la tarde bien yo habia conversado con varias parejas referente a las vidas como swingers, confortablemente ubicados en las mesitas dispersas en la discoteca.

Sin embargo, Adrian estaba extremadamente inquieto por motivo de que sentia que carecia sobre insumos graficos que acuerparan las revelaciones de las entrevistados.

Ya un escaso desesperado, a la longitud de estas 8 de la noche y con rostro de angustia me espeto: “Yuri, vamos a tener que ponernos los benditos panos. Vestidos nunca vamos a conseguir entrar a los spa. ”.

asi­ como yo “(Glup) ?Eeehhh ya yo estoy realizando mis entrevistas, se lo pondra usted!”.

Aunque nunca. En el fondo, sabia que tocaba. Especialmente cuando Victor Hugo se acerco a pedirnos que “por favor” nos quitaramos la ropa (opcional era envolvernos en los panos), sin embargo que era muy singular y hasta intimidante para las usuarios ver multitud vestida asi­ como de peores, ensuetada.

Veinte min. luego, como quien va de el patibulo asi­ como en uno de los episodios sobre mayor vulnerabilidad en la noche, regresamos a la discoteca, cada uno envuelto en su feliz pano azul.

– “Somos los swinger mas trash de este lugar”, dijo Adrian. asi­ como de nuevo, nos reimos por no llorar. de el susto.

Llego el momento de el distancia por las areas de mayor ejercicio. Horas antes, en la tarde, habiamos conversado con Hellen Miranda asi­ como su esposo, Gerardo Marin (los administradores de el lugar, de las restaurantes, etc, una especie de ujieres que manejan el sitio con enorme eficiencia). Fue la interviu mas fallida sobre mi vida.

A la segunda o tercera duda me percate sobre que no habia caso en indagar acerca de aquello de “que se notan trabajar observando gente chinga” o “no les afecta como pareja, ?ustedes son swingers Asimismo?”. Hellen se encogia de hombros mientras contestaba que no y que ellos estaban habituados, que era alguna cosa “normal”.

Exactamente por la misma causa, cuando fuimos ingresando a las areas sobre actividad, nos tuvimos que despojar de el pudor, si o si. Solamente porque alli todo fluye tan natural, que el pudor da la impresion no estar.

Entretanto Victor Hugo nos mostraba las aposentos asi­ como las spa, varias parejas permanecian sumidas en lo suyo asi­ como ni siquiera parecieron percatarse de nuestra comparecencia.

Dos parejas departian relajadamente en la esquina de uno de los jacuzzis. Mientras los caballeros conversaban animadamente entre las burbujas calientes, las hembras se acariciaban sin apuro, al tiempo que se besaban en la boca. De cuando en cuando, se incorporaban a la conversacion sobre las muchachos.